Fuente: www.eldia.es
Con solo 31 años, Fabián Ayube ha compuesto más de 120 obras para piano y orquesta, ocho sinfonías, ha grabado un disco, ha creado bandas sonoras para cortometrajes y documentales, ha participado en varias tertulias literarias, y todo ello con una formación musical de más de quince años. Ello le ha valido una contrapartida con la que no se encuentra muy satisfecho, pues asegura que «existen muchas dificultades para la promoción, las discográficas ponen precios abusivos, casi no hay espacios culturales que dispongan de un piano en condiciones y he encontrado una gran falta de voluntad política y administrativa respecto al sector cultural canario». Pero Ayube cuenta con un obstáculo añadido: está sordo del oído derecho y casi del izquierdo, lo que le valió el sobrenombre cuando era un niño de «el pequeño Beethoven».
Sin embargo, esta dificultad no hace sino evidenciar que el pianista natural del Puerto de la Cruz tiene un «don» para la música que, hasta ahora, no ha encontrado respuesta. Así, en la actualidad compagina la composición de nuevas piezas con sus estudios de Lengua de Signos en la Fundación Canaria para el Sordo (Funcasor), así como de alemán, ya que el inglés lo domina. Ello se debe a que quiere «abrir horizontes» y marcharse a probar suerte a Alemania o Estados Unidos, ya que asegura que, aunque quiere quedarse en Canarias «aquí parece que no hay futuro para mí».
Confiesa que su vocación por la música llegó «tarde» cuando tenía 14 años, y, desde que la descubrió, comenzó sus estudios en el Conservatorio Superior de Música, en su filial de La Orotava, donde además de aprender piano, estudió seis años de coro, cuatro años de informática musical, dos años de armonía clásica, cinco de canto, seis de lenguaje musical… Después de finalizar su formación, y ante la atracción por la composición de bandas sonoras, viajó a Madrid para cursar un Máster en Creación de Bandas Sonoras y Series de Televisión con profesores de la prestigiosa escuela Berklee. Además, en la capital de España realizó el año pasado un curso de Dirección de Orquesta de la Fundación Mozart, ya que a juicio de Ayube «la continua formación para un músico es fundamental, hay que estar al tanto de las novedades».
Mientras, a lo largo de estos últimos años el joven pianista ha tocado en casi todas las Islas Canarias, especialmente en espacios públicos. Así ha llevado sus composiciones a casas de cultura, como la de Los Cristianos; teatros, como el Víctor Jara de Las Palmas; así como a otros espacios como el Ámbito Cultural de El Corte Inglés, el Museo Municipal de Bellas Artes de Santa Cruz, el Auditorio Teobaldo Power de La Orotava, el Castillo San Felipe, el Centro Astoria Bambi, ambos en el Puerto de la Cruz, y una de sus últimas apariciones públicas fue en el Museo del Pescador de Santiago del Teide, donde ofreció una veintena de audiciones. La mayoría de estos conciertos los ofreció de manera gratuita, lo que ha provocado en el pianista portuense una sensación de desasosiego y hartazgo, ya que quiere vivir de su música y, por el momento, no es posible.
Ayube está especialmente orgulloso del disco grabado en 2011 llamado «Música para amar», del que ha vendido alrededor de 100 copias, por lo que critica que «en el Archipiélago hay una dificultad muy grande a la hora de distribuir la música que hago». No obstante, la vía de internet ha sido una de las claves para que sus temas sean escuchados en todo el mundo, y prueba de ello es que su canción «Huellas en la arena» cuenta ya con cerca de 1.900 visitas en menos de cinco meses en la página goear.com, lo que a su entender «es un gran éxito» y es que, incluso, le han llegado críticas favorables de países del norte de Europa.
Así que a pesar de tantos sinsabores y experiencias negativas que le han hecho pensar en el «cansancio» de estar siempre en un segundo plano, Fabián Ayube continúa en su lucha incasable por dar a conocer sus composiciones musicales.